Q-suber-seedsEl cambio climático genera incertidumbre sobre la sostenibilidad de los bosques y sus servicios ecosistémicos.

Un equipo del IRNAS, en colaboración con la Universidad de Michigan, ha estudiado los cambios en la abundancia del alcornoque (Quercus suber) en el sur de España durante un período de 10 años, usando los datos del 2º y 3º inventario forestal en un total de 755 parcelas. Se utilizaron modelos bayesianos para estimar las tasas de mortalidad de árboles adultos y las tasas de reclutamiento, que se relacionaron con variables climáticas y de suelo.

El aumento de temperatura en primavera estuvo asociado con un aumento de mortalidad. Por otra parte el aumento de precipitación invernal estuvo asociado a una mayor supervivencia, pero solo en los bosques sobre suelos arenosos. En cambio, en los suelos arcillosos el efecto fue contrario, posiblemente relacionado con las consecuencias adversas del encharcamiento y la mayor agresividad de los patógenos de raíz. Es decir, el tipo de suelo modula los efectos del clima sobre la mortalidad del alcornoque.

Las previsiones de calentamiento global afectarán negativamente a las poblaciones de alcornoque. Esta tendencia a la mayor mortalidad de adultos es grave porque se une a la escasez actual de regeneración del alcornoque (solo un 10% de las parcelas tenían brinzales y un 54% tenían plántulas).

El estudio ha sido publicado en el número de agosto de la revista Diversity and Distributions.

Ibáñez et al. 2014. Diversity and Distributions 20: 872-883.Q-suber-seedsClimate change generates uncertainty about the sustainability of forests and their ecosystem services.

A research team in the IRNAS, with the collaboration of Michigan University, has studied the changes in abundance of cork oak (Quercus suber) in south Spain during a 10 year period, using data from the 2nd and 3rd Spanish Forest Inventories for a total of 755 plots. Bayesian models were applied to estimate tree mortality rate and recruitment rate, that were related with climatic and soil variables.

The increase of spring temperature was associated to increasing tree mortality. On the other hand, the increase in winter precipitation was associated to higher tree survival, but only in forests on sandy soils. On the contrary, survival was lower in clayish soils, probably related with waterlogging and higher aggressiveness of root pathogens. That is, soil conditions modulate the effects of climate on cork oak mortality.

The predicted global warming will affect negatively to cork oak populations. This trend of higher tree mortality is a serious risk because is aggravated by the scarcity of regeneration (only 10% of the plots had saplings and 54% had seedlings).

The study has been published in the August issue of the journal Diversity and Distributions.

Ibáñez et al. 2014. Diversity and Distributions 20: 872-883.

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