Los preocupantes procesos de decaimiento forestal que afectan a bosques de todo el mundo tienen entre sus principales causas el cambio climático y el aumento de patógenos y plagas exóticas. En la Península Ibérica, este decaimiento afecta principalmente a dos especies arbóreas de alto valor ecológico y económico, como son el alcornoque (Quercus suber) y la encina (Quercus ilex). Estas especies están siendo muy afectadas por la acción conjunta del agresivo patógeno exótico Phytophthora cinnamomi y el aumento de aridez. Phytophthora cinnamomi destruye las raíces finas de las plantas, impidiendo la absorción de agua y nutrientes. Por otro lado, el incremento de la aridez conlleva un incremento del estrés hídrico vegetal en sistemas donde el agua es ya de por sí un factor limitante. Sin embargo, una menor precipitación podría afectar también negativamente a P. cinnamomi, al tratarse de un microorganismo edáfico que necesita agua libre en el suelo para dispersarse e infectar. Esto podría indirectamente favorecer a encinas y alcornoques, que sufrirían menos daño del patógeno en condiciones de sequía.
Con el fin de conocer los efectos directos e indirectos de la sequía y los patógenos exóticos sobre la salud del alcornoque, un grupo de investigadores del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC), en colaboración con investigadores de las Universidades de Córdoba, Jaén y Cádiz, han llevado a cabo un estudio en condiciones controladas de invernadero donde hicieron crecer a plántulas de alcornoque bajo 16 combinaciones distintas de humedad del suelo (simulando distintos escenarios climáticos) y abundancia de inóculo de P. cinnamomi.
Fig.1: Ejemplo de las diferencias morfológicas en plantas de Q. suber sometidas a distintos tratamientos de humedad y de densidad de inóculo de Phytophthora cinnamomi. Plantas sometidas a una reducción del 10% de humedad de suelo y concentración alta de patógeno (izquierda) respecto a las condiciones normales de humedad del suelo en primavera y concentración de P. cinnamomi baja (derecha).
Los resultados del estudio demuestran por primera vez fuertes efectos interactivos de la sequía y el patógeno exótico P. cinnamomi sobre el crecimiento del alcornoque, de manera que la cantidad de inóculo necesaria para producir daños significativos en las plántulas fue mucho mayor al ir disminuyendo la humedad en el suelo.
Gracias a este trabajo, podemos concluir que una reducción de la precipitación provocada por el cambio climático podría implicar condiciones sub-óptimas para la capacidad infectiva del patógeno P. cinnamomi, provocando un menor daño en los árboles y condicionando un lento desarrollo de la enfermedad. Los resultados de este estudio han sido recientemente publicados en la prestigiosa revista Agricultural and Forest Meteorology, accesible desde este enlace:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0168192319302138